Contáctanos
Aduanas

El impacto del aumento del salario mínimo en el comercio exterior: una espada de doble filo

El reciente aumento del 12% al salario mínimo ha sido recibido con optimismo por muchos sectores de la sociedad, destacando la mejora en el poder adquisitivo de los trabajadores y la reducción de la pobreza. Sin embargo, las implicaciones de esta política no se detienen en el ámbito doméstico. El comercio exterior, motor esencial de la economía, también sentirá los efectos de esta medida, tanto positiva como negativamente.

Impacto Positivo: Fortalecimiento del Consumo Interno

Aumento del poder adquisitivo 

Por un lado, el aumento del salario mínimo puede fortalecer el consumo interno. Al disponer de más ingresos, los trabajadores podrán adquirir más productos y servicios, estimulando sectores clave de la economía.

Incentivo a la producción nacional 

Esto en teoría, podría aumentar la demanda de productos manufacturados, lo que a su vez incentivaría a las empresas nacionales a aumentar su producción. Sin embargo, este escenario optimista tiene sus límites.

Impacto Negativo: Retos a la Competitividad Internacional 

Costos laborales y su efecto en las PYMES exportadoras 

El aumento en los costos laborales plantea serios retos a la competitividad en los mercados internacionales. Las empresas exportadoras, especialmente las pequeñas y medianas (PYMES), se enfrentan a márgenes de ganancia reducidos que podrían verse aún más presionados por los mayores salarios.

Ventaja de países con salarios bajos 

Si bien es deseable que los trabajadores reciban una compensación justa, no podemos ignorar que los competidores en países con salarios más bajos tendrán una ventaja competitiva. Esto es especialmente cierto en sectores donde México compite con países asiáticos o latinoamericanos que tienen costos de producción más bajos.

Consideraciones Fiscales

Impacto del ISR en el salario mínimo 

Sin olvidar que si la Secretaría de Hacienda y Crédito Público no actualiza los descuentos por ISR, el salario mínimo pagaría 754 pesos mensuales y el incremento neto para trabajadores sería sólo del 2%, por ende, solo habría mayor recaudación, teniendo como único ganador al SAT y no el trabajador.

Riesgo de Pérdida de Competitividad

El riesgo de pérdida de competitividad también puede desencadenar un efecto en cadena en las empresas. Al verse menos competitivas en los mercados globales, podrían optar por reducir su plantilla o limitar la contratación. Esto, a su vez, afectaría negativamente las exportaciones y debilitaría uno de los principales motores de crecimiento de la economía mexicana.

Aumento del Costo de Productos

Además, un aumento del salario mínimo, si no está acompañado por un aumento proporcional en la productividad, puede llevar a un incremento en los precios de los productos destinados tanto al mercado interno como al externo. Esto tiene un doble efecto: por un lado, reduce la competitividad de los productos mexicanos en el extranjero, y por otro, genera inflación dentro del país. Si las empresas trasladan el aumento de costos a los consumidores, los productos mexicanos podrían volverse menos atractivos en mercados extranjeros.

Perspectivas Positivas a Largo Plazo

Formalización del empleo y mejora en la recaudación fiscal 

No obstante, hay una luz en este panorama. El impulso hacia la formalización del empleo podría tener efectos positivos para el comercio exterior a largo plazo. Un mercado laboral más formal y regulado puede incrementar la recaudación fiscal y mejorar la seguridad social, creando un entorno más estable para las inversiones extranjeras. Empresas internacionales valoran la estabilidad y la previsibilidad de un mercado laboral más regulado y justo que podría eventualmente atraer mayores flujos de inversión extranjera directa.

Efecto redistributivo e imagen internacional 

Por otro lado, el efecto redistributivo de este aumento salarial podría tener impactos positivos en la cohesión social y en la imagen internacional de México como una nación comprometida con la justicia social.

Conclusión

En definitiva, el aumento del 12% al salario mínimo es una medida necesaria para mejorar las condiciones de los trabajadores, pero también una apuesta arriesgada que tendrá repercusiones directas en el comercio exterior. Las empresas mexicanas deben adaptarse a este nuevo entorno, mientras que el gobierno debe asegurar que las políticas implementadas mitiguen los posibles efectos adversos en la competitividad internacional. Esto permitiría a México equilibrar las demandas de justicia social con la necesidad de mantenerse competitivo en la arena global.

Si necesitas saber más o conocer sobre este servicio, por favor déjanos tus datos y nos pondremos en contacto a la brevedad.

Author

ZAMCOMER