El Ferrocarril México-Querétaro ¿Solución a la Movilidad o Riesgo de Otro Proyecto Fallido?
Una Propuesta Ambiciosa.
La construcción de un ferrocarril de pasajeros entre la Ciudad de México y Querétaro ha vuelto a la agenda pública. Este proyecto promete conectar de manera rápida y eficiente a dos de las zonas más dinámicas del país. La idea de reducir el tiempo de viaje de más de dos horas a solo 90 minutos, resulta atractiva para miles de personas que diariamente recorren esta ruta, una de las más transitadas del país. Sin embargo, los recientes proyectos ferroviarios en México, como el Tren México-Toluca o el Tren Maya, son grandes obras que hacen que surjan preguntas legítimas sobre la viabilidad económica, transparencia y riesgos asociados con su construcción.
El Contexto: Una Necesidad Real.
La autopista México-Querétaro es una de las más congestionadas del país. Cada día, miles de vehículos y camiones de carga generan un tráfico denso, con frecuentes accidentes que derraman tanto pérdida de vidas humanas, como grandes pérdidas económicas y que además paralizan el flujo vehicular. En este contexto, un tren de pasajeros suena como una solución lógica para descongestionar las carreteras y ofrecer una alternativa eficiente, ecológica y segura. Además, con el crecimiento económico y demográfico de la región del Bajío, la demanda de transporte entre la capital y Querétaro solo aumentará en los próximos años.
El tren busca resolver un problema real de movilidad y generar beneficios económicos al mejorar la conectividad de la región. Pero la gran pregunta es: ¿será viable en las condiciones actuales?.
Lecciones del Pasado: El Tren México-Toluca
Un caso reciente que ofrece importantes lecciones, es el proyecto del Tren México-Toluca. Este tren, que fue anunciado en 2014, todavía no ha sido concluido, y su entrega completa se proyecta para 2024, siete años después de lo originalmente previsto. Inicialmente, se estimó que su costo sería de 30 mil millones de pesos, pero hasta la fecha el costo ha aumentado a más de 95 mil millones de pesos, triplicando su presupuesto original.
Los retrasos fueron causados por problemas técnicos y de ingeniería, la adquisición de derechos de vía y la falta de coordinación entre los distintos niveles de gobierno. Este historial de sobrecostos y retrasos, plantea serias dudas sobre, sí un proyecto aún más ambicioso como el Tren México-Querétaro, podría evitar los mismos problemas.
La experiencia del Tren México-Toluca resalta los peligros de una mala planificación y de los obstáculos que representa la complejidad técnica en terrenos montañosos o con un uso intensivo. Para el nuevo proyecto ferroviario, uno de los retos será asegurar que los errores del pasado no se repitan.
La Sombra de la Cancelación del Tren México-Querétaro en 2015.
Este no es el primer intento de construir un tren de alta velocidad entre la Ciudad de México y Querétaro. En 2014, se lanzó el proyecto con la misma premisa: mejorar la conectividad y reducir los tiempos de viaje. Sin embargo, en 2015, fue cancelado. ¿Por qué?
El principal motivo de la cancelación fue la controversia en torno al proceso de licitación. El contrato fue adjudicado a un consorcio encabezado por la empresa china CRCC, pero el proceso fue cuestionado debido a la falta de competencia real. La licitación fue rápida, y varios licitantes señalaron que no tuvieron tiempo suficiente para preparar sus propuestas. Las sospechas de corrupción en la adjudicación del contrato obligaron al gobierno de Enrique Peña Nieto a cancelar el proyecto para evitar mayores controversias.
Además, el escándalo de la “Casa Blanca” estalló poco después, involucrando a la esposa del presidente en la adquisición de una mansión vinculada a uno de los contratistas del tren. Este escándalo afectó la percepción pública del gobierno y aumentó la presión política para detener el proyecto.
Por otro lado, factores económicos también jugaron un papel decisivo. La caída del precio del petróleo en 2015, disminuyó los ingresos del gobierno, lo que forzó recortes en proyectos de infraestructura. Con un costo estimado de 50 mil millones de pesos, el tren fue considerado demasiado costoso para el momento.
Esta combinación de falta de transparencia, presiones políticas y dificultades económicas, llevó a la cancelación de un proyecto que parecía tener un alto potencial para mejorar la movilidad. Estas lecciones siguen siendo relevantes para el nuevo gobierno.
El Tren Maya y la Participación Militar: Una Señal de Alerta.
El nuevo proyecto del ferrocarril México-Querétaro, también debe considerarse en el contexto de las recientes grandes obras impulsadas por el partido en el poder, como el Tren Maya. Este proyecto ha sido una de las piedras angulares del gobierno actual, pero también ha estado rodeado de críticas por corrupción, sobrecostos y malos manejos.
El Tren Maya, que inicialmente tenía un presupuesto de 120 mil millones de pesos, ha experimentado importantes aumentos en sus costos, con estimaciones actuales que superan los 300 mil millones de pesos. Este proyecto ha sido criticado por la falta de estudios de impacto ambiental adecuados, la escasa consulta con las comunidades locales afectadas y las serias preocupaciones sobre su viabilidad económica, ya que su capacidad para atraer el número de pasajeros previsto sigue siendo incierta.
Además, la ejecución del Tren Maya ha sido entregada en gran medida a las fuerzas militares. Si bien los militares tienen experiencia en la construcción de infraestructura, la gestión de un proyecto ferroviario de tal envergadura requiere experticia técnica especializada, algo que los críticos aseguran, qué las fuerzas armadas no poseen. La falta de transparencia en la ejecución del proyecto por parte de los militares, también ha generado preocupaciones sobre el manejo de los fondos públicos.
Si el tren México-Querétaro sigue un camino similar, con participación militar y una falta de controles estrictos, es probable que enfrente problemas similares, como sobrecostos y retrasos. Los ciudadanos tienen razones para estar preocupados por la repetición de estos problemas.
La Nueva Propuesta del Ferrocarril México-Querétaro: ¿Un Proyecto Viable?
Con este historial de fracasos y controversias, el nuevo gobierno enfrenta el desafío de demostrar que este proyecto puede ser diferente. Para ello, deberá abordar varios puntos críticos:
- Transparencia en la licitación y ejecución: Uno de los principales problemas de los proyectos anteriores ha sido la falta de competencia real y la asignación de contratos de manera opaca. El nuevo proyecto debe garantizar que todas las fases del proceso se desarrollen con la máxima transparencia, permitiendo que empresas competentes presenten sus propuestas en igualdad de condiciones.
- Viabilidad económica: El gobierno deberá realizar estudios de factibilidad sólidos y realistas, que justifiquen la inversión no solo en términos de costos de construcción, sino también de operación y mantenimiento a largo plazo. El tren debe atraer suficientes pasajeros para ser rentable o, al menos, justificar su inversión como un bien público que reduzca el tráfico y la contaminación.
- Impacto ambiental y social: Un análisis detallado de los impactos ambientales y sociales será esencial para evitar los problemas que han enfrentado otros proyectos. La consulta adecuada con las comunidades locales y el respeto a las normativas ambientales deben ser una prioridad.
- Planificación técnica adecuada: Uno de los grandes errores de cualquier construcción planeada por este gobierno o el saliente, fue la subestimación de los desafíos técnicos, el creer que no es necesario el conocimiento previó o la planeación, lo que generó sobrecostos y retrasos en los pasados y recientes proyectos llamados Tren Maya, AIFA, Dos Bocas, Tren México-Toluca, Este nuevo proyecto debe basarse en un plan técnico sólido, que tenga en cuenta las dificultades del terreno y los desafíos logísticos.
Conclusión: Un Proyecto con Grandes Posibilidades, pero También con Grandes Riesgos.
El ferrocarril México-Querétaro es una propuesta ambiciosa que podría transformar la movilidad entre dos de las regiones más importantes de México. Sin embargo, el historial reciente de proyectos ferroviarios en el país, marcados por la corrupción, los sobrecostos, la falta de transparencia y la participación militar en áreas donde no tienen suficiente experiencia, hace que surjan serias dudas sobre su viabilidad.
El éxito de este proyecto dependerá de que el gobierno aprenda de los errores del pasado y adopte medidas estrictas para garantizar que no se repitan. Solo con una planificación adecuada, transparencia total y estudios de viabilidad realistas, el ferrocarril México-Querétaro podrá convertirse en una realidad que beneficie a millones de personas sin convertirse en otra carga económica para el país.
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